miércoles, 27 de marzo de 2019

He hallado.

He encontrado una enigma de jaspe  en tu antiguo sepulcro.
Sin flores sin tunia, descubierta y tan hermosa.
La miraban mis ojos-
El lugar cubierto en silencio,
cabez recostada, atontada en solemne intensidad.
Mas nada se podía apreciar entre las nieblas,
entre la penumbra de aquella ermita.

Imposible para el hombre de la antigüedad, ver tanta belleza,
ni sus ojos profanos macillar su entorno mutismo.
Porque todos permanecen dormidos en el tiempo,
aunque admito que hoy pudieron haber nacidos o por lo menos vagar por el tiempo,
mientras corría mi pensamiento.

Fue quizás queriendo o no pero sus ojos viajaron a lo intrínseco de mi alma
y se convirtieron en presos de una helada enigma,
sumergida en pensamientos imposibles;
preferí no indagar cómo logró escapar de aquel antiguo sepulcro,
expidiendo un olor  desanimado como el de las flores que perecen por no absorber los rayos del sol.