lunes, 3 de junio de 2019

alcoba

El amor de los hombres se acaba,
mientras el amor de Dios se renueva cada mañana
escribiendo una historia nueva.
Se marcha como el agua de un río
imitando el vuelo de las aves,
contrario a los pollitos sin decir ni un pio.
Solo Dios nos ama como la primera vez.
Verdaderamente a Dios si le importamos,
de una forma irrestricta.
Sin enfocarse en la forma que nos comportamos,
nos espera con la puerta abierta.