lunes, 3 de junio de 2019

Naim

Mirando al frente es el pueblo, Naim
al dejar caer mis pies piso sus tierras,
dos millas me separan del Monte Tabor
fue en Naim aquel milagro.

Un joven ya había muerto,
así lo narra el evangelio canónico.
Jesús al verla se compadeció,
pidiéndole no llorar.

El maestro se acercó y tocó el féretro
entretanto decía  al muerto levántate,
entonces se incorporó el fallecido
dando gracias a Dios.

Los pueblerinos glorificaban a Dios,.
pues un profeta se había levantado,
siendo el mismo Jesús el que me había invitado
a este hermoso lugar.