Se les apareció el ángel y les puso al tanto,
ha nacido el Salvador
sigan aquella estrella.
Obedientes ellos marcharon a Belén.
Melchor, Gaspar y Baltasar
llevando regalos para el niño Dios,
quien había nacido en un establo.
Un hecho sin precedentes,
donde los que debían verlo,
no pudieron hacerlo, los que estaban supuestos adorarle
intentaron matarle.
De esa forma nació Jesús en la soledad
pero en la santidad, causando celos y temor
en los falsos reyes,
perseguidos por los cobardes.
El profeta Miqueas lo había anunciado, nacería en Belén
allí fueron adorarles, la estrella fue vital para ubicarle.
Cuan cobarde el Rey Herodes ordenó buscarle para darle muerte
y de paso a todos los niños nacidos en Belén.
Sus benditos padres marcharon despavoridos a Egipto
pues tenían que salvarlo al precio que fuera necesario.
No es verdad que los caprichos de Herodes serían complacido.
El hijo de Dios huyendo
junto a sus padres
para resguardar su vida
y cumplir con la encomienda de salvarnos.
