A veces pienso que no soy nadie
pero recuerdo que Dios me creó
a imagen y semejanza suya
y desde entonces me pastoreo.
Se que soy frágil ante el pecado,
pero la bondad de Dios no conoce límites,
Y lo hace todo porque quiere mantenerme salvo,
así lo siente mi alma cuando recurro al rezo.
Seguro estoy que muchos pueden fallarte
pero Dios se mantiene atento buscando la manera de poder ayudarme.
Por mas que sufra mi corazón se que a Dios lo llevo dentro,
Todos podrán abandonarme pero Dios siempre va a acompañarme.
Su lealtad no tiene final porque me ama desde toda la eternidad.
