Oh buen pastor cuan feliz estoy
por la forma impresionante en que realiza tu delicado oficio.
Yo se que exige un desbordante amor
cargado por la esperanza y valentía
también animo y mucha entrega.
Tu conoces y tomas en serio la responsabilidad de guiarnos
y llevarnos de la mano como los niños que somos.
Tu caridad la virtud por excelencia que exigiste a Pedro
para entregarle el cuidado de tu rebaño,
seguido por l vigilancia, para no dejar pasar ninguna de las necesidades de las ovejas.
Oh bendita doctrina- si- esa que utilizas con el propósito de alimentar a todos los hombres, tus hermanos hasta llevarnos a la salvación .
Y así pues a la santidad,
siendo esa la mayor de tus cualidades, buen pastor.